El Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo (INSST) define el estrés como “la respuesta biológica, psicológica y de comportamiento de un individuo que intenta adaptarse y ajustarse a presiones internas y externas”. “El estrés laboral tiene efectos sobre la salud, tanto física como mental, pero también sobre cómo se realiza el trabajo y, por tanto, sobre absentismo, rendimiento y productividad”. “Según datos de Eurostat, el estrés es el segundo problema de salud más frecuente entre los trabajadores…”.
Aunque asumimos el estrés en general, como algo negativo, todos hemos experimentado el efecto potenciador del mecanismo de adaptación que nos lleva a un rendimiento y desempeño eficaz en nuestra vida en general y en el trabajo en particular. A esto le llamamos eustrés; ¿quién no ha experimentado un repentino rendimiento y creatividad excepcionales cuando un plazo apremia, después de días sin ideas o sin energía?. Es normal que pongamos más atención en el estrés que nos causa efectos nocivos (distrés), que se produce cuando evaluamos como excesiva una situación real o creada en nuestra mente, para la que consideramos no tener los recursos adecuados para afrontarla. Esta definición nos da las claves para un abordaje del estrés “negativo” de forma adecuada. Éste tiene que ver con nuestras interpretaciones de lo que sucede, real o imaginario y de nuestros recursos para afrontar esa situación.
Es muy importante no perder de vista la respuesta al estrés, en sus aspectos biológicos como psicológicos y por tanto el eje fisiológico que se activa; neural o neuroendocrino. Esto depende de cómo cada persona interpreta, evalúa o percibe la situación como estresante y sus capacidades para afrontarla. Si queremos reducir nuestros niveles de distrés y así, evitar sus efectos nocivos para nuestra salud deberíamos trabajar sobre nosotros mismos y nuestras interpretaciones de lo que pasa en nuestro entorno y nuestra mente, por tanto en cómo generamos nuestro estrés.
Claro que es muy importante reducir la exposición, siempre que eso sea posible, a los estresores (¿qué me estresa? (psicosociales o biológicos) y aumentar y mejorar nuestras prácticas saludables, buena alimentación, deporte, relaciones sociales sanas, aprender, etc, y te invito a mejorar en todas y cada una de las áreas del bienestar, pero si no abordamos el problema desde cómo somos y estamos en la vida, nuestras interpretaciones del mundo y de nosotros mismos, el problema del estrés y la ansiedad seguirán siendo compañeros incómodos y dolorosos de nuestra vida.
Las cifras que manejan los organismos internacionales sobre estrés y sus consecuencias en la salud, en lo laboral y económico, son astronómicas y muy negativas.
Desde que en los años 70 comenzaron los estudios de la práctica de mindfulness y sus beneficios en la reducción del estrés y la ansiedad, la cantidad de publicaciones científicas sobre el tema han aumentado de forma exponencial y el estado del arte a día de hoy parece que invita a seguir trabajando en ello. Te recomiendo la lectura de la publicación. “Mindfulness-based stress reduction and health benefits A meta-analysis”. (Paul Grossmana,*, Ludger Niemannb, Stefan Schmidtc, Harald Walachc,d). Journal of Psychosomatic Research 57 (2004) 35–43.
Decía en el post anterior, que la definición de mindfulness, “estar atento de forma intencionada, en el momento presente y sin juzgar”, nos abría un mundo de posibilidades en su práctica, informal y formal. Además comentaba que nos acercaba la práctica a nuestra realidad, al día a día y facilita mucho su acceso a cualquiera que desee mejorar su capacidad de estar atento, tener calma, gestionar los pensamientos automáticos, cavilatorios o rumiatorios, etc.
La práctica continuada nos prepara, sin ninguna duda, para los momentos difíciles como los que nos está tocando vivir desde hace un año.
Seguro que ya te estás preguntando si esta sencilla práctica, nos lleva a la solución del problema del estrés o al menos a una mejora notable del mismo y por tanto, a cambiar el modo en el que observamos el mundo y a nosotros mismos. Si es así, acabas de llegar al núcleo de la cuestión.
¿Qué quiere decir John Kabat Zinn que mindfulness no es sólo una técnica, es una forma de ser y de estar en el mundo?. Lo que interpreto que nos quiere decir es que dejar mindfulness en una sencilla práctica consistente en poner la atención en el momento presente, a través de la respiración y el cuerpo, no nos aportará todos los beneficios potenciales sobre la reducción del estrés y la ansiedad. Si queremos conseguir un efecto profundo y duradero de la práctica de mindfulness, debemos añadir algunos elementos clave que contribuyan a cambiar nuestras interpretaciones, gestionar nuestras emociones y la valoración que nos hacemos sobre nosotros mismos y nuestros recursos personales.
¿Cuáles son esos elementos clave?. Te anuncio en este punto que empezamos la parte controvertida de la cuestión que nos ocupa… En primer lugar una actitud adecuada que se caracteriza por curiosidad, apertura y aceptación, Bisop (2004).
Seguramente que la palabra aceptación puede causar cierto rechazo, ya que solemos entenderla como resignación. Aceptación como nos dice Vicente Simón es “no oponer resistencia a lo que ya es”, por tanto, no significa dejar de ser proactivo para cambiar las cosas en el futuro, sino reconocer lo que ya es en el presente.
La aceptación como elemento fundamental de mindfulness nos ayuda a afrontar la realidad tal como es, con claridad y con conciencia equilibrada y ecuánime.
El elemento clave que nos falta es la bondad amorosa y compasión. Cuando la bondad amorosa y la compasión están enfocadas a nosotros mismos lo llamamos autocompasión y que Juan Muzquiz la define de forma coloquial como, “el trato que darías a un buen amigo pero dirigido a ti mismo”. Los componentes de la autocompasión son: amabilidad con uno mismo, humanidad compartida y mindfulness (atención ponderada y ecuánime).
Te recomiendo especialmente que leas con atención el capítulo 5 del libro de Vicente Simón, Aprender a practicar mindfulness (2011) dedicado a la Compasión y autocompasión, seguro que te ayudará a entender en profundidad todos éstos conceptos.
En el próximo post seguiremos profundizando sobre los elementos clave de mindfulness y cómo abordar nuestras interpretaciones. Entretanto te invito a seguir practicando….
Cuanto me ha gustado leer este post, por la claridad desplegada sobre lo cierto y lo controvertido del Mindfulness.
Particularmente quiero destacar tu énfasis sobre “una forma diferente de mirar” de Kabat Zinn.
Te seguiré con atención.